26 Abr Anécdotas divertidas sobre Seguros
Todos los profesionales del seguro nos hemos encontrado con peticiones, reclamaciones o partes de siniestro curiosos o divertidos. No se trata de parodiar al usuario, sino de poner de manifiesto su ingenio, sentido del humor, o, simplemente, las anécdotas divertidas que se producen a diario en nuestro trabajo.
Os dejo algunos ejemplos, contados en primera persona por profesionales españoles del seguro.Porque un poco de sentido del humor nunca está de más a la hora de afrontar el trabajo diario.
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• Esta semana, me llama una asegurada y me solicita que vaya a podarle un árbol del jardín.
Sorprendido le pregunto por qué me pide eso, a lo que me responde:
– es que ese árbol está hueco y podrido, y si alguien se hace daño será culpa tuya.
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• Recuerdo una declaración de siniestro de lo más particular, acaecido en mi estancia en tierras gaditanas.
– «Una cabra loca, loca, se ha tirado del monte a todo correr y se ha mancornado contra mi coche mientras yo circulaba por la carretera, dejándomelo totalmente esbolillado».
Pues resulta que, puestos en marcha los procesos correspondientes, la declaración resultó totalmente verídica y ajustada a la realidad.
Efectivamente el asegurado de turno circulaba con toda normalidad por la carretera que une Jerez con Los Barrios, y poco antes de llegar a la altura de la preciosa localidad de Alcalá de los Gazules, observa como una cabra baja a toda velocidad desde una altura próxima con dirección hacia él; termina impactando en su vehículo, donde se queda enganchada por los cuernos -evidentemente fallecida por el impacto- y el vehículo con daños materiales de importancia.
Lo que no se pudo poner en pie es si el acto del animal se debió a un ataque efectivo de locura instantánea, a un arranque de bravura caprina sin igual, o a la reacción alérgica por consumo en el pasto de algún yerbajo con contraindicaciones cabriles.
Tampoco estaba la época como para mucha autopsia; pero eso sí, convencido estoy que la cabra estaba como una idem perdida.
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• Estaba yo circunstancialmente en las dependencias de la Compañía a la que represento y entra un «currela» con mono y todo y apurado (seguro que tenía el coche en doble fila); me dice:
– Traigo esta factura para su cobro.
Le pregunto amablemente para dirigirle a la persona adecuada:
– ¿es de taller?
– No, de antes de ayer.
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• Hace algunos años cuando yo era Jefe Comercial de una Cía de Seguros me ocurrió una anécdota muy graciosa: uno de los agentes que yo «tutelaba» me trajo una solicitud de seguro de vida y en la declaratoria de salud ponía:
– peso 70 kg …talla . XL !!!!
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• Una mujer vino a dar el parte de accidente de su hijo quien había tenido un percance con la moto.
Sintetizando: «La policía ha hecho testamento y quiero saber cuando irá el periquito al taller a ver el amoto»
Costó mantener la compostura.
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• Me llama hace unos años un corredor para que le haga una póliza; reproduzco más o menos la conversación:
– … José Luis quiero que me hagas una póliza «olrait» de transportes»…
– Perdona?
– Que sí…que quiero una póliza «olrait».
– Quieres decir «All right»???? yo las hago todas bien…
Al cabo de un ratito que la risa no me dejaba hablar, le dije:
– Mira…, quieres decir «All Risk»;
– (respuesta de él): Pues eso he dicho;
– …mejor que digas un todo riesgo y seguro que aciertas…
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• Hace años presencié en una Correduría en la que me encontraba casualmente de visita a un cliente visiblemente enfadado porque la compañía no le había pagado todavía la factura correspondiente a un siniestro.
Le explicamos que, pese a que es un trámite que depende de la aseguradora, nos pondremos en contacto con la ellos para investigar el asunto y darle una respuesta lo antes posible.
Esta explicación no convenció al cliente que, después de mirar a su alrededor, agarró un ordenador bajo el brazo y, mientras hacía ademán de levárselo, exclamó:
– ya pagarís (por «ya pagaréis»)
El asunto no pasó a mayores y todo se solucionó satisfactoriamente para el cliente, pero en ese momento quedamos estupefactos.
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Hace unos años entra un joven en la oficina, pelo largo y bien cuidado, y pregunta si hacemos seguros de RC. Claro hombre, siéntate, cuéntame…
– Soy el representante de la asociación X, nos vamos a reunir un fin de semana en Tal Sitio, somos tantas personas, buscamos un seguro por si pasara algo ese fin de semana.
– Perfecto, bien pensado. Y ¿qué actividades vais a realizar?
– Como todos los años: mirar la luna, hablar en elfo, pelear con espadas de goma…
Mi empleada sale disparada a los despachos de la oficina de al lado mordiendo el boli y la oigo soltar la gran carcajada mientras yo, en un ejercicio supremo de concentración, sobreviví a duras penas al resto del pequeño cuestionario. Casi me da algo.
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Y vosotros ¿tenéis alguna anécdota divertida que añadir?
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Fuente: Grupo de LinkedIn Profesionales Españoles del Seguro, al que os recomiendo unidos.