08 Nov El sistema de franquicias resiste bien la crisis
Los datos con los que se cerró el último año hablan por sí solos: el sistema de franquicias españolas en su conjunto facturó un 6,5% más que en 2010, aumentó el número de establecimientos operativos en un 3,2% y dio empleo a un 3,8% más de personas.
En números reales, las franquicias facturaron más de 26.000 millones de euros y dieron trabajo a más de 240.000 personas, según el informe realizado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).
«En el último año ha habido un crecimiento que no se producía desde 2008», afirma Xavier Vallhonrat, presidente de la AEF. Y aunque algunos negocios que no eran «suficientemente sólidos» han desaparecido, se está creciendo en calidad, «pues las franquicias están profesionalizando sus propias estructuras de organización», asegura Mariano Alonso, director general de mundoFranquicia consulting.
Aunque este sistema de negocio está en auge, los empresarios han de tener muy claro las ventajas e inconvenientes de poner en marcha una franquicia, mientras que los emprendedores han de estudiar pormenorizadamente en qué sector les gustaría intervenir y si tienen financiación necesaria para ello. «Con la situación de crisis, el interés por las franquicias ha crecido mucho, por eso el proceso de selección de franquiciados ha de ser mucho más riguroso, completo y detallado», explica Mariano Alonso, que recuerda que la franquicia no se vende, «sino que se concede bajo una serie de estudios y análisis muy concretos».
El requisito más importante a tener en cuenta es que la idea del candidato debe adecuarse en 90% o más al modelo de negocio de acuerdo con las especificaciones del mismo diseñadas por el franquiciador. «El negocio primero tiene que gustar, y luego ya se estudiarán los beneficios que pueda generar», aconseja Vallhonrat.
Y, por otro lado, el demandante debe disponer de capacidad de financiación suficiente. He aquí el gran problema. «La banca está como está y el apoyo que recibíamos por parte del sector financiero hace unos años ha prácticamente desaparecido», añade. Quizá esta sea la causa principal que impida a muchos emprendedores o personas en desempleo a lanzarse al mundo de la franquicia.
En el otro lado de la balanza se encuentran los empresarios que deciden reconvertir en franuicia su modelo de negocio. “El primer consejo es que desarrollen con calma y definan muy bien estratégiamente su proyecto de franquicia. Que no tengan prisa”, matiza Mariano Alonso. Un recomendación lógica si se tiene en cuenta que estamos poniendo en juego el reconocimiento de nuestra marca.
Además del crecimiento exponencial del negocio, los empresarios podrán disfrutar de un mejor uso de los recursos de gestión. Los problemas y la toma de decisiones del día a día en cada punto de venta se resolverán por los propios franquiciados, siempre según el acuerdo firmado y teniendo en cuenta los manuales de gestión establecidos por la marca.
Según Mariano Alonso, los tres requisitos básicos para poder hablar de una relación de franquicia “son la concesión de uso de una marca, la transmisión de conocimientos técnicos, formación y experiencia, y la asistencia técnica y comercial con los franquiciados”.
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D. Val / S. Muñoz para Heraldo de Aragón, sección Economía y Negocios. Edición Impresa. 4 de noviembre de 2012.
Crédito de la imagen: Charraga en Think&start